Con una experiencia de 25 años en ámbitos de investigación, desarrollo, innovación, transferencia tecnológica y negocios tecnológicos, Tomás Santibáñez se ha desempeñado desde diferentes perspectivas en esta actividad; participando en la creación de instrumentos de fomento concursables de Corfo, asesorando a universidades y empresas en la gestión de proyectos y de tecnologías, participando como director y asesor experto de diversos proyectos en distintas áreas temáticas, creando empresas y patentando invenciones propias desarrolladas.
Hasta septiembre de 2015 fue Director de Investigación y Gestión de Proyectos en la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM), entidad donde tuvo a su cargo el instituto de innovación empresarial de la universidad, los centros de innovación tecnológica, la creación de la oficina de transferencia tecnológica y patentamiento, la puesta en marcha de los procesos de innovación y transferencia tecnológica de la universidad y la constitución de una cartera de proyectos que permitió avanzar en investigación aplicada, innovación y emprendimiento; todo lo anterior enmarcado en una estrategia de difusión orientada a involucrar a los cuerpos académicos de la universidad.
Anteriormente había ocupado el cargo de Gerente de la Plataforma de Negocios del Centro de Modelamiento Matemático CMM-U de Chile y en la segunda mitad de los 90's fue ejecutivo del Fondo de Desarrollo e Innovación de CORFO. En la primera mitad de los 90’s se desempeñó como investigador para la Gran Minería del Cobre en el Centro de Investigación Minera y Metalúrgica (CMM). También participó como integrante de Directorios de empresas y centros tecnológicos.
En sus desafíos personales, se ha desempeñado como emprendedor y creador de dos empresas tecnológicas, inventor, solicitante y adjudicatario de patente de invención nacional e internacional de un nuevo producto donde realizó además la comercialización de ese nuevo producto, también generó importantes vínculos con empresas tecnológicas de Corea del Sur.
Con esta vasta experiencia laboral y profesional, el Directivo explicó que hoy asume con gran entusiasmo los desafíos y oportunidades que plantea la gestión en la Universidad de Atacama. “Cuando supe que existía esta opción, este cargo, me llamó la atención porque siempre hay mucho qué hacer en este ámbito y tengo la experiencia necesaria para ejecutarlo. En el 2009 en la Universidad Técnico Federico Santa María crearon el cargo de Director de Investigación y Gestión de Proyectos, lo concursan y yo participé y gané dentro de un grupo bastante importante de gente que concursó, más de cien personas. Conocía un poco la universidad porque había asesorado el Centro de Biotecnología mucho tiempo, había trabajado en conjunto con ellos, ejecutamos proyectos incluso y sabía también de las falencias que habían en estos temas de innovación, desarrollo y transferencia tecnológica” comentó.
Investigación aplicada
Uno de los desafíos que asumió en su experiencia anterior fue lograr avanzar de la investigación básica a la investigación aplicada. “Me tocó introducir a mi ese concepto dentro del centro de biotecnología, apoyarlos en ese proceso entre el 2004 y el 2010 cuando hicimos bastantes proyectos de innovación y desarrollo aplicada, y en alianza con empresas y otras instituciones. Otro desafío fue hacerse cargo de los centros de innovación tecnológica que se habían creado el año 2008 y que estaban en evaluación” indicó el directivo, quien hoy asume una tarea similar dentro de la Universidad de Atacama con miras a potenciar el desarrollo de investigación aplicada y avanzar en materia de propiedad intelectual, entre otras metas institucionales.
En esta misma línea destacó que es necesario avanzar en estrategias de gestión que permitan articular ese trabajo. “Queremos transitar por los dos ámbitos, uno es la gestión de tecnologías, donde tiene que ver todo lo que es la protección de las tecnologías, poder identificar, empaquetar, proteger lo que la universidad produce como institución dentro de sus distintas unidades y dentro de los distintos grupos de investigación lo que producen los académicos; también uno tiene que saber identificar aquello que está a nivel de investigación básica y que tiene vocación de avanzar hacia lo aplicado. El otro ámbito es la gestión de proyectos, es decir, ordenar estos procesos para hacer más eficiente un proyecto, de una idea transformarla en una propuesta innovadora, y a esa propuesta buscarle el financiamiento necesario para llevarla a puerto, que el proyecto sea ejecutado y que las relaciones que se establecen esos proyectos con sus socios se definan”, explicó Santibáñez.
Es así que planteó finalmente que, “la idea es que toda esa dinámica uno la pueda transformar en un servicio y que esta unidad, la Dirección de Innovación, sea la que dé respuesta a la academia y a la institución en cómo hacerlo”. Por ello expresó su interés por ponerse a disposición de investigadores y académicos para colaborar en esta senda “nosotros somos una unidad de soporte, de servicios a esa actividad científica tecnológica, de innovación y desarrollo, ese es el foco de lo que queremos hacer” concluyó el directivo.
